miércoles, 29 de febrero de 2012

Capitulo 16. La napolitana.

Me desperté sobresaltada. Un ruido muy fuerte había inundado toda la casa. Salí corriendo de la habitación en dirección a la cocina.
-¿¡Que ha pasado?!-Pregunté aún sobresaltada.
No me había fijado pero la cafetera estaba en el suelo junto a un charco de café. Marina encima del charco y Harry detrás de ella ambos se estaban riendo sin parar.
-Que Harry me ha empujado…
-No mientas Marina….-Interrumpió Harry a Marina.- Iret tu querida prima, que es un poquito patosa, se la ha escurrido la cafetera de las manos. Pero vamos que no te preocupes que ya lo recogemos nosotros.
-Vale…-Dije y salí de la cocina.
Ya no me apetecía dormir, me había despejado. Miré el reloj, las nueve. Demasiado temprano para haber dormido tan poco la noche anterior. Volví a la habitación, antes con las prisas no me había dado cuenta de que Ángela ya no estaba en la habitación. Me cambié de ropa, algo cómodo para poder bailar un rato. Terminé optando por coger unos leggins y una camiseta blanca con una foto de una chica.(La foto esta al final del capitulo). Fui al baño, me peiné, una coleta alta y me lavé la cara. Volví a la cocina, Harry y Marina ya no estaban. Me tomé un vaso de leche. Empecé a buscar algo de chocolate, pero por más que busqué no lo encontré. Fui al salón, ya estaban en el salón. Para ser exactos solo faltaba Louis.
-¡Buenos días! Chicos, una preguntita…
-En la encimera te he dejado una napolitana de chocolate.-Me interrumpió mi prima.
-Mari que en la encimera no hay ninguna. O eso o estoy cegata.
-Ups…
-¿Qué pasa Niall?-Preguntó Mari
-Pues que esa napolitana me la he comido yo…
¡¿Qué, que se había comido mi napolitana?! Oh pobre Niall mi dosis de chocolate no se la come nadie.
-Niall-Dije muy calmadamente-. ¡TE MATO!
En ese momento salté hacia él que estaba en el sofá y le aplasté, entonces se levantó tirándome al suelo. Me levanté e intenté darle una colleja pero en ese momento apareció Louis y me cogió a la vez que decía:
-Pero ¿Qué le pasa a la enana esta?
-Cuando no come chocolate por la mañana, se pone como una fiera.-Aclaró Marina.
-Ah bueno-Dijo Liam a la vez que le hacia una señal a Zayn, entonces este se levantó cogió a Ángela de la mano y se la llevó fuera, demasiado juntos estaban últimamente-. Eso no es problema, hoy vamos a ir a comprar las cosas para la fiesta y en el centro comercial, podemos pararnos a que desayunes-Se acercó a mi, hizo que Louis me soltase me paso el brazo por encima del hombro y dijo-. ¿Te parece bien pequeña?
-Me parece perfecto, pero cuanto antes nos vallamos mejor.
-Nos vamos en cuanto me vista-Gritó Harry que se había ido a su habitación si que me diese cuenta.
-Pues más te vale darte prisa, porque tengo un mono de chocolate…
En cinco minutos Harry ya estaba vestido. Nos dividimos en dos grupos: Louis, Harry y Marina comprarían las cosas para la fiesta y Niall, Liam y yo iríamos a por el regalo. No sé quien había hecho los grupos, pero sinceramente la idea de comprar el regalo no me hacía nada de ilusión. Lo de hacer regalos no se me daba nada bien.
Después de hablarlo un rato decidimos comprarla una tablet.
-En serio chicos, creo que esto es excesivo. A parte yo no puedo poner tanto dinero, me he traído lo justo…
-Anda tonta no te preocupes por eso, lo pagamos nosotros y excesivo porque, ¡a todo el mundo le gustan las tablets!
-Louis, no seas exagerado-Dijo Liam mientras pagaba la tablet-No le gustan a todo el mundo.
-Bueno vale a casi todo…
-Chicos una cosita así sin importancia…¿Y mi desayuno?
Salimos de la tienda y a lo lejos se veía una cafetería.
-Allí vas a desayunar.
-Louis eso es una cafetería, ¡yo necesito chocolate!
-No te preocupes enana también hay palmeritas de chocolate.
-Umm que ricas.
Eché a correr por el centro comercial hasta llegar a la cafetería. Me pedí dos palmeritas, nada más. No me gusta el café. Cuando Louis y Liam llegaron ya me había comido una palmerita, la otra me la comí de camino a la casa.
Cuando llegamos el cachondo de Niall me dijo:
-¿Que estaba rica?
-Mil veces más que la napolitana que me has robado.
-Jaja lo dudo…
-¡Créetelo!-Grité mientras iba hacia la habitación.
Iba a dejar el regalo pero cuando abrí la puerta vi que…


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