El despertador sonó, las cuatro y media de la madrugada. Dios tenía un sueño flipante. ¿Cuánto había dormido? ¿Cuatro horas cómo mucho? Salí de la cama y me fui directa al salón. Allí encontré una nota de mi padre en la que ponía:
<Buenos días Iret, espero que hayas dormido bien. Te he preparado el desayuno, está en la cocina. Que te lo pases genial en Londres. Aprovecha la ocasión y aprende mucho ingles. Te Quiere. Papá>
Que majo mi padre, ¿qué me habría preparado de desayuno?. Fui a la cocina y allí había un zumo de naranja natural, un cola-cao y una napolitana como no de chocolate. Como me conocía mi padre. Todo estaba puesto en una bandejita así que la cogí y me la llevé para el salón.
Mientras desayunaba me conecté al twitter a ver si había alguna novedad y si que había, pero no una sino cuatro eran de mis amigas en sus twitts ponía:
Ali: "Tía pero ¿qué dices? ¿Qué es eso de que te vas a Londres mañana?"
Sofía: "Ala ¿enserio? Pero ¿Qué clase de persona eres tú, que ni me avisas eh? Jaja Te Quiero TONTITA. (Pero para la próxima me avisas con tiempo de despedirme)"
Estefi: "Mala persona ¿pero cómo se te ocurre no avisar? Cuando vuelvas te mato jaja. Que es broma tía, cuando llegues me dices qué tal el viaje ¡TeCú!"
Carla: "Mi niña pásatelo genial. Una no se va a Londres todos los días. Te Quiero Mucho :)."
Que majas sería mejor responderlas pero a todas a la vez claro las puse:
"Cielos que me ha surgido así de repente y por eso no he podido avisar. Ya os llamare Os Quiero Feas".
Terminé de desayunar y me fui a mi habitación a vestirme. Cuando ya me había vestido metí el cargador de la blackberry en la mochila y ya de paso revisé el monedero a ver si mi madre había metido algo de dinero. Acerté, había metido bastante dinero, pero no solo eso. También había un papel doblado varias veces y por la parte de fuera ponía:
Ábrelo cuando llegues a Londres.
Me dieron ganas de abrirlo en ese momento, pero decidí que si mi madre me había puesto que lo abriese en Londres seria por algo. Miré el reloj las cinco. Aún quedaba un cuarto de hora para que Marina viniese a por mi, así que fui al baño y me miré en el espejo. Mi pelo estaba realmente bien, esa era la ventaja de tenerlo rizado que no se me alborotaba casi nada al dormir, de todos modos me mojé la mano y me la pase por el pelo por si acaso se había alborotado algo. Mi cara era un cuadro lastimoso, se me notaban las ojeras a kilómetros, así que me eché un poco de maquillaje y corrector de ojeras. Algo mejoró mi cara pero no mucho que digamos… Volví a mirar el reloj, ya eran las cinco y trece, tenía el tiempo justo para coger las maletas y salir de casa y eso fue lo que hice.
Cuando salí del portal Marina no estaba allí lo cual me pareció muy extraño. ¿Dónde se había metido esta mujer?
-¡Tú rubia!
Alguien había gritado desde el otro lado de la calle, yo me gire hacia la voz y vi a mi prima sonriéndome.
-¡Tú pipa!-La grité mientras avanzaba hacia ella y su coche.
Cuando me acerqué a ella no me lo podía creer, estaba estupenda no tenia para nada car de sueño. Me ayudo a meter las maletas en el maletero y me dijo:
-Iret que de maletas te has traído.
-¡¿Qué?! Si eres tú la que te has traído tres yo solo dos y porque mi madre es una exagerada.
-Jajaja-se rió de la cara que puse al decir exagerada-.Anda, vamos a subirnos al coche.
Nos subimos al coche y cuando estábamos a mitad de camino note que Marina no dejaba de mirarme de reojo.
-Mari, me haces un favor. ¡Deja de mírame de reojo!
-Lo siento pero es que no puedo.-Nada más decir esto estalló en una carcajada.
-Vale ahora dime ¿Por qué no puedes? Y ¿de que te ríes?
-Vale te lo digo, es que tienes una cara de muerta viviente flipante.
Me miré en el espejo que había en el coche. Era cierto, tenia una cara de muerta alucinante.
-Flipa Mari si es verdad-Ambas reímos-. Pero ya sabes que es por el sueño y tu ¿Cómo es que tienes esa cara tan perfecta?
-Jaja-No se porque pero la pregunta la hizo gracia-. En el pueblo, digamos que aprendes a estar dos días sin dormir y seguir teniendo tan buena cara como si hubieras dormido doce horas.
-Ah, pues creo que debería yo aprender a eso.
-Anda no digas tonterías, si hasta con cara de sueño estás guapísima.
-La que debería dejar de decir tonterías eres tú. ¿No sabes que mentir es malo?
-Si si lo sé-me sacó la lengua-. Mira ya hemos llegado.
Miré hacia el lugar al que ella había señalado, allí estaba el aeropuerto de Barajas. Hacía ya tres años que no viajaba en avión y la verdad me daba un poco de yuyu. Mari aparcó, ambas nos bajamos del coche y cogimos las maletas, después nos dirigimos a la terminal 2. Cuando entramos allí estaba Helen, ella nos propuso sentarnos a esperar a Ángela. Aceptamos encantadas. Nada más sentarnos Marina y Helen se pusieron a charlar muy animadamente, yo no las presté atención y me puse a escuchas música, como no de One Direction.
Estaba sumamente concentrada cantando en mi mente la canción “Another World” cuando Mari me dio en el brazo yo paré la música, me quité los cascos y los guardé, entonces Mari me dijo:
-Iret, venga que vamos a facturar las maletas ya.
-Vale pero ¿Dónde esta Ángela?
-No lo sé, la verdad- contestó Helen preocupada-.Pero como no llegue en 15 minutos nos vamos sin ella.
Facturamos las maletas, yo fui la última y justo cuando terminé de facturar apareció Ángela corriendo. Había llegado justo a tiempo. Facturó y nos montamos en el avión. Ella se montó con Helen y yo con Marina. Durante todo el viaje fui dormida.
A las diez y media habíamos llegado, pero a las diez y media de España es decir a las nueve y media de Londres. En cuanto me bajé del avión y recogí las maletas puse un twitt mencionando a las chicas:
"Ya estoy en Londres. Deseadme suerte :)"
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